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El estilo Shakotan: el S30 de Liberty Walk
Para mí los coches estilo Shakotan forman tanta parte de la cultura automovilística japonesa como el drift, pero estoy seguro que un montón de gente ahí fuera, incluso los aficionados, puede rasgarse las vestiduras cuando coches clásicos en perfecto estado son convertidos en una mezcla de pseudocoches de carreras con toques de manga. Estas creaciones, sinónimo de la cultura yanqui, puede ser más o menos definido como las raíces del movimiento tuning en Japón. Seguro que la gente jugueteó un poco con sus coches antes de la década de los setenta, pero los movimientos de Kaido Racer, Zokusha y Shakotan son, para muchos, el verdadero nacimiento de la personalización del coche.
Se está haciendo cada vez tan difícil toparse con este tipo de coches en la calle, a menos que coincida en una reunión en un área de descanso de carretera, puntos de encuentro siempre populares. Así que cuando tuve la suerte de pasar algún tiempo con la colección Shakotan personal de Kato-san (Liberty Walk) hace unos meses cuando hablé del Laurel C-130, hubo un segundo coche que me llamó la atención. Sentado en el centro del oscuro garaje entre las motos Bosozoku y otras monturas locas, fue un hallazgo muy especial…
Fairlady Z: Historia de una leyenda
EL INICIO:
Pasó la guerra, pero Nissan había quedado muy tocada, y no fue hasta el año 1947 cuando retomaron de nuevo la producción de automóviles. Pero la empresa aun estaba convaleciente, y los conflictos entre directivos y empresarios eran constantes.
Los ejecutivos sabían que no era posible aferrarse a las ya obsoletas tradiciones, y recurrieron al Estadounidense Edwards Deming, reconocido estadístico y profesor que había desarrollado durante la guerra métodos de control para desarrollar productos de calidad a bajo coste.
Edward convenció a los directivos para que en un periodo de 5 años, estuvieran asentados en un mercado, fijando el estadounidense como punto de mira.Yutaka Katayama fue el encargado de sondear el mercado Norteamericano. Amaba el mundo del automóvil y fue de las primeras personas en poner a Nissan en la escena internacional, al inscribir en el rallye de Australia de 1958 dos Datsun, quedando estos campeones en su categoría, gracias a su fiabilidad mecánica: