Profeta en su propia tierra. Fue un fin de semana de ensueño para Norbert Michelisz, que se apuntó su primera victoria de la temporada, y la de Honda, en el Campeonato Mundial de Turismos (WTCC) celebrado en el circuito de Hungaroring en Budapest. El héroe húngaro pudo revivir las sensaciones de 2012, cuando ganó el WTCC aquí la última vez.
Que haya sido una victoria contundente e incuestionable no le resta ningún mérito. Tras poner a prueba a su principal rival Tom Coronel y alcanzar una cómoda distancia de más de nueve segundos, el piloto húngaro se concentró en mantener el ritmo hasta cruzar la meta. A cada vuelta le acompañaban las alentadoras bocinas de los aficionados húngaros que desplegaban sin complejos su entusiasmo desde las gradas. “Aunque no podía oírles, les vi cada vez que crucé la línea e intenté con todas mis fuerzas mantenerme concentrado”, confesó el piloto satisfecho.